En ella se extraía la plata y el oro de los minerales mediante el sistema de beneficio de patio, a través del uso de molinos de viento y ruedas hidráulicas. Sus majestuosas ruinas, en el camino real a El Cerezo, antiguo Real de Arriba hablan de la importancia que tuvo la hacienda; aquí se puede apreciar, además, el sistema de explotación de minerales y el afloramiento de las vetas. El acceso al lugar debe hacerse caminando, desde Pachuca o desde El Cerezo, ya que la falta de mantenimiento ha hecho que el camino real que pasa junto a la hacienda esté intransitable para los vehículos; no se recomienda su visita sin personas expertas que conozcan bien el sito porque se trata de una zona de riesgo, hay varios tiros de mina sin protección.

Su trascendencia en la historia minera a nivel mundial se debe a Bartolomé de Medina quien aplicó en ella el sistema de amalgamación, comúnmente conocido como "beneficio de patio" para minerales de plata de baja ley; la vigencia de este método, en gran parte del mundo, fue de casi 350 años. Entre 1963 y 2003, tras la reconstrucción de la hacienda ya que prácticamente había sido destruida, funcionó ahí el Club Social, Cultural y Deportivo de la CRDMyP. Actualmente es propiedad de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Lo único que da cuenta de la importancia histórica del lugar son dos placas alusivas a Medina y su sistema.